Cuando se conocieron los resultados de las elecciones del pasado domingo en
La formulación de la respuesta requiere insertar el proceso electoral de
La idea de los estrategas kirchneristas es que si logran achicar significativamente la diferencia de casi 20 puntos que los separa del macrismo, podrán reducir el impacto negativo de la derrota. Supongamos que muchos de los votantes que no se pronunciaron en favor de Macri ni de Filmus, se inclinaran mayoritariamente por el candidato kirchnerista y el resultado de la segunda vuelta fuera, por ejemplo, de 54 % a 46 % en favor de Macri. Si eso sucediera, el gobierno podría exhibir la derrota como si fuera un triunfo. Esa es la esencia de la estrategia del kirchnerismo con vistas a la segunda vuelta. Por eso vuelven a mandar a Filmus –un soldado leal como pocos, verdderamente- al combate en condiciones tan desfavorables. Aún descontando que van a perder, quieren mejorar su imagen a través de un resultado más decoroso. Y este propósito es lo que define el sentido político de la realización del ballotage.
Si el objetivo del kirchnerismo es sufrir una derrota digna para mejorar su imagen después de la “paliza” que Macri les pegó el domingo, resulta claro que la estrategia de la oposición debe ser, justamente, impedir que eso suceda. Todos aquellos que militamos en la oposición al kirchnerismo debemos tener clara esta cuestión. Si para el gobierno es valioso perder por poca diferencia porque le ayuda a mejorar su imagen, la estrategia de la oposición debe ser la de impedir que el oficialismo logre su propósito. Debemos entender que lo que está en juego no es la elección en
Por este motivo es que todos aquellos que estamos comprometidos con la obtención de la victoria de la oposición por sobre el oficialismo, debemos dejar de lado los reparos que nos inspire la figura de Macri y debemos apoyarlo sin condicionamientos. Necesitamos someter al kirchnerismo a una derrota apabullante, humillante, categórica. Ese es el aporte que se puede hacer desde
No podemos darnos el lujo de permitir que el kirchnerismo reviva. Se trata de un enemigo poderoso y hábil. En este momento, cuando está herido, no hay que tener piedad, misericordia ni contemplaciones. Debemos propinarle una derrota contundente por medio del más legítimo de los recursos: el voto popular, ese voto que, según Fito Paez, le da “asco”. Que se vaya acostumbrando porque el mal olor finalmente abarcará todo el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario