martes, 30 de agosto de 2011

Hacia el día después de la próxima derrota

La inevitabilidad de la victoria del kirchnerismo el próximo 23 de octubre obliga a evaluar el escenario político futuro en base al supuesto de que el actual gobierno tendrá mandato por cuatro años más. La posibilidad de que, antes de esa fecha, surja algún candidato que pueda competir con la Presidenta es nula. La cuestión, por lo tanto, es qué posición debemos adoptar aquellos que tenemos una visión crítica respecto de la gestión del actual gobierno.

El primer paso es tratar, por todos los medios, de prevenirnos contra los eventuales intentos de hegemonización que, previsiblemente, el kirchnerismo intentará concretar. La lógica de los acontecimientos marca que los K procurarán manipular el sistema institucional para perpetuarse en el poder. Cuando Aníbal Fernández dice que la idea de una reforma institucional está descartada, la interpretación que corresponde hacer es que ya tienen redactada la nueva Constitución que tratarán de imponer “a libro cerrado”. Sólo quien sea muy ingenuo puede incurrir en el error de creer en las declaraciones de los gobernantes a quienes el pueblo argentino eligió. Los K son, lisa y llanamente, unos mentirosos. Por lo tanto, nada de lo que dicen merece el menor crédito. Si alguna vez, por excepción, dicen la verdad, será porque en ese caso específico les conviene hacerlo. Pero como regla general mienten siempre. Por ende, corresponde esperar de ellos, siempre, lo peor. Es lamentable tener que decir esto pero el pasado los condena. Si a lo largo de estos más de ocho años hubieran actuado de otro modo, podríamos tener otro concepto de ellos. Pero ellos se han ganado, con su propia conducta, el desprecio de cualquier persona que valore la ética, la verdad y la tolerancia.

Sería importante que, en vista de que resulta imposible derrotar a la Señora, los partidos de oposición pudieran obtener la mejor representación parlamentaria posible. Eso sería de una gran ayuda a los efectos de evitar, por lo menos, los desbordes institucionales más ostensibles. Obviamente, los K no tienen problemas en vulnerar las facultades parlamentarias en cuanta ocasión lo necesiten. Si las leyes no salen como ellos quieren, aplican un decreto de necesidad y urgencia y resuelven el problema. Pero no pueden reformar la Constitución para perpetuarse en el poder por medio de un DNU. Eso ya sería un escándalo demasiado grave como para que puedan concretarlo. Por lo tanto, una buena representación parlamentaria opositora sería importante al menos para que no consigan los dos tercios necesarios para reformar la Constitución. La implementación de un buen sistema de fiscalización para asegurar que los resultados de la elección no sean fraguados sería una buena medida, dentro de las posibilidades que los partidos de oposición tienen a su alcance

En este sentido, es importante destacar que no son lo mismo los diputados del PRO, la Coalición Cívica o la UCR que los peronistas disidentes o los socialistas. PRO, Coalición Cívica y radicalismo, son partidos bastante confiables en cuanto a que no se dejarán seducir por el gobierno. En el caso del PRO hay algunos malos antecedentes pero ahora Macri está en una posición política lo suficientemente fuerte (como no estaba antes) para contener a su gente. La Coalición Cívica y la UCR, en particular en temas donde está en juego la institucionalidad, son confiables. Pero el socialismo está muy cerca del kirchnerismo en términos ideológicos y los peronistas disidentes son fácilmente “comprables” (no en todos los casos pero las listas sábana están plagadas de sorpresas).

La cuestión que se plantea es qué ocurrirá después del 23 de octubre, cualquiera sea el resultado. El kirchnerismo intentará, presumiblemente, hegemonizar todos los espacios políticos. ¿Y la oposición? Cabe conjeturar que los únicos políticos opositores que saldrán razonablemente bien parados del proceso electoral de este año son Macri y, posiblemente, Binner. Pero Binner está en una postura superpuesta con la del gobierno, en tanto que Macri mantiene más distancia, sin perjuicio de que procure evitar confrontaciones innecesarias que le compliquen su gestión como Jefe de Gobierno. Es altamente probable que Macri emerja del proceso electoral de este año como el opositor mejor posicionado y que procure de ahora en más desarrollar su estructura política en el ámbito nacional para erigirse en candidato presidencial con aspiraciones en 2015. Por lo tanto, lo que se nos viene es un escenario en el que el kirchnerismo intentará aprovechar el envión para “llevarse por delante” las instituciones de la república y Macri procurará diseñar su estructura nacional para competir con posibilidades en 2015. Dentro de este escenario, si fuera posible, habría que tratar de encontrar un lugar para el liberalismo.

5 comentarios:

  1. El liberalismo debe buscar una unidad interna primero... Sea por medio de un partido, sea por un laboratorio de investigación.

    Es ser un liberal ser anarcoliberal? Neoliberal? Socioliberal? Un clásico?

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  2. Exelente Alejandro !!mas claro imposible!!pero al mismo tiempo preocupante,la verdad a nadie le cabe duda de que van a ganar ampliamente,y si el socialismo ,hoy en Argentina es sinonimo de kirchnerismo,y desgraciadamente es la segunda opcion que esta planteando la gente...mal,esto va a terminar muy mal!!

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  3. Y en la situación política actual, aunque a muchos no les guste, lo más cercano es Macri.

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  4. Duro y claro .....como siempre !!! Excelente nota !!

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  5. El problema es precisamente que el liberalismo no existe como partido organizado y el resto de los partidos, en mayor o menor medida practican el populismo y el estatismo y vienen provocando esta decadencia desde hace 70/80 años.

    En cuanto al comentario del Sr.Lukanus, por si le ayuda me gustaría decirle que el "modelo liberal puro" es una meta. La tendencia hacia ese modelo es lo que hace digna la vida de los ciudadanos y mejora el nivel de vida. Mientras que el zoocialismo nos llamen neoliberales, anarcoliberales o como quieran. Pero que sepan que cuando la ex-República Argentina era el 5° o 6° pais del mundo en economía y el PRIMERO en cultura y educación en todo América, era cuando regian los principios Alberdianos liberales.

    Atentamente

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