martes, 5 de julio de 2011

Macri es el mal menor

La elección por la jefatura de gobierno en la Capital Federal está fuertemente polarizada entre el candidato de PRO, Mauricio Macri y el representante del gobierno nacional, Daniel Filmus. El resto de los candidatos han quedado muy relegados y su participación quedó limitada al plano del carácter testimonial. La razón por la que esto ha sucedido es que las aspiraciones hegemónicas del kirchnerismo han provocado que estas elecciones se “nacionalicen” implícitamente, es decir, estén condicionadas por su impacto en el escenario nacional, que se dirimirá en la elección presidencial del próximo 23 de octubre. Esta elección es una suerte de “prueba piloto” con vistas a los comicios presidenciales.

¿Qué posición cabe asumir, desde un punto de vista liberal, frente a la elección de la Capital Federal, en este contexto político? Si la elección fuera “químicamente pura”, en vista de que no hay candidatos que representen genuinamente al liberalismo, sería cuestión de cada votante que elija a quien quiera o que se abstenga de votar si lo prefiere. Pero la elección no es “químicamente pura” sino que está contaminada con el proceso de nacionalización que le impuso el gobierno. Entonces, el análisis debe ser realizado desde esa perspectiva. Para el liberalismo no es indiferente que el gobierno se convierta o no en una fuerza hegemónica. Las posibilidades de que el liberalismo crezca en la consideración política del pueblo argentino están relacionadas con que haya espacio para que eso suceda. El kirchnerismo se propone impedir la presencia de voces disidentes, entre ellas, la del liberalismo. Este es el marco en el cual hay que analizar la postura del liberalismo respecto de la elección de la Capital Federal.

La clave de la estrategia kirchnerista frente a la elección presidencial es imponer la idea de que “Cristina ya ganó”. Con ese argumento procuran generar desaliento en potenciales adversarios, que se produzca un sentimiento de resignación generalizada y que, de ese modo, se acepte la victoria del oficialismo como un hecho irreversible frente al cual es inútil cualquier resistencia. Una victoria de Filmus en esta elección sería totalmente funcional a esa estrategia. La interpretación –nada descabellada, por cierto- que el kirchnerismo le daría a una victoria del candidato gubernamental en la elección de Capital sería aproximadamente que “es tan evidente que Cristina ya ganó que hasta donde siempre perdimos, como Capital, también ganamos esta vez”.

Pero si esta estrategia del gobierno tiene éxito, el espacio para el liberalismo en el escenario político futuro quedará directamente anulado. Entonces, no es indiferente desde un punto de vista liberal que sea Macri o Filmus el ganador de la elección en Capital porque una victoria de Filmus sería un gran espaldarazo para las aspiraciones hegemónicas del kirchnerismo. A Macri pueden hacérsele innumerables críticas desde un enfoque liberal: que aumentó los impuestos, que su gestión no tiene transparencia, que no redujo la dimensión del aparato estatal del gobierno, que pactó con el sindicato municipal y muchos etcéteras más. ¡Pero Macri es claramente opositor al gobierno nacional! ¡Esta es la cuestión clave en este momento!

El kirchnerismo ha provocado un corte abrupto en el escenario político. De un lado, están ellos y sus aspiraciones hegemónicas, en la otra vereda estamos quienes valoramos el pluralismo. En ese sentido, y sin perjuicio de las innegables críticas que su gestión merece, los liberales debemos estar con Macri. No podemos ser tan dogmáticos de desconocer qué es lo que está en juego en esta elección. El árbol no nos puede hacer perder de vista el bosque. Por eso, en definitiva, la clave del análisis es que, dada la forma en la que los acontecimientos están planteados, Macri es el mal menor. Si en 2013 hay candidatos liberales, como lo promete el Partido Liberal Libertario, tal vez entonces tengamos la oportunidad de votar por nuestras propias posiciones políticas. Por ahora, no hay otra alternativa que acompañar a quienes están en condiciones de oponerse al kirchnerismo con mejores perspectivas.

5 comentarios:

  1. Es verdad, debemos detener la hegemonía K porque es un proyecto de poder pero no de país. Que error el de Macri el de bajarse de la lista de candidatos a presidente.

    ResponderEliminar
  2. Opino que Macri hizo bien en bajarse de la lista de candidatos a presidente...Mauricio va a demostrar contundentemente que el PRO tiene una plataforma fuerte...por ahora ser gobierno en nuestra ciudad nos da presencia fortaleza y experiencia, y nos prepara para las próximas elecciones presidenciales...el gobierno KK tiene que demostrar en estas elecciones (si puede) que la gente los reconoce y va a ser muy peleado entre Duhalde, Alfonsin, Carrio y Biner...!!!-Como creen que va a ser el valotage...???

    ResponderEliminar
  3. Mauricio Macri ha hecho una muy buena gestión en su primer mandato y la profundizará en el segundo. No cabe ninguna duda ( acepto apuestas ) que va a ganar.
    La carrera presidencial de 2015 está muy distante como para opinar ahora

    ResponderEliminar
  4. Estoy de acuerdo con el comentario.

    Filmus en la Capital sería un Scioli con barba.

    Podría agregarse que ayudaría un corte de boleta de la gente de López Murphy.
    No sigo los pormenores de la legislatura pero me parece que De Meis tuvo buena actuación.
    Lamentablemente RLM se ha dejado llevar por su enojo personal con Macri y no ve el problema que genera socavar la figura de Macri.

    Espero que ese probable partido Libertario se anime a presentarse en el 2013 para poder votarlo. Es hora de que los liberales dejen de quejarse y hacer algo concreto. Es fácil criticar desde una supuesta superioridad intelectual pero eso no alcanza para modificar la realidad.

    Carlos Stella

    ResponderEliminar
  5. Sabes mi opinión, yo voto en positivo y las ideas liberales las representa Lopez Murphy.

    ResponderEliminar