lunes, 13 de junio de 2011

Cinco candidatos y ningún liberal

Cuando faltan diez días para el cierre de las postulaciones –la fecha es el viernes 24 de junio- el juego electoral para el próximo 23 de octubre ya está planteado. Cinco serán los candidatos presidenciales principales. Por orden alfabético: Ricardo Alfonsín, Hermes Binner, Elisa Carrió, Eduardo Duhalde y Cristina Fernández de Kirchner. Está aún pendiente la confirmación de la candidatura de la Señora pero es un secreto a voces que realizará el anuncio en cualquier momento. Se menciona como alternativa, para el caso de que finalmente no se presente para la reelección, al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, pero esto provocaría un disloque imprevisible en las filas del oficialismo.

Como se ve, no hay ni un solo candidato que se aproxime siquiera mínimamente al liberalismo, particularmente en lo económico. Todos los candidatos son claramente dirigistas. La explicación a este hecho es, sencillamente, que no hay en el electorado segmentos significativos de votantes dispuestos a apoyar una propuesta liberal. La democracia en este sentido tiene similitudes con la economía de mercado: los candidatos son empresarios que ofrecen un producto y los votantes son los consumidores que eligen el artículo que les ofrece lo que, de acuerdo con sus expectativas, ofrece la mejor relación calidad-precio. Lógicamente, los políticos, como los emprendedores, procuran adaptar sus propuestas a los requerimientos de la demanda. Y el liberalismo no figura entre los rasgos requeridos mayoritariamente. Por lo tanto, los candidatos no ofrecen liberalismo. Lo bien que hacen, porque si lo propusieran perderían ampliamente las elecciones.

Por supuesto, esto no significa que el liberalismo esté equivocado. Los equivocados son la abrumadora mayoría de los votantes argentinos, que rechazan al liberalismo y después se quejan de que no les gusta cómo funciona el país... Pero esta es la realidad, que, como decía un conocido general “es la única verdad”. Cinco candidatos y ningún liberal, ni siquiera un poquito. No serán los “setenta balcones y ninguna flor” de Fernández Moreno, pero no deja de ser decepcionante.

Dentro de este panorama, es difícil elegir para quien reivindica el liberalismo. Está claro que la prioridad para los liberales es que el kirchnerismo pierda. La cuestión es: ¿quién le gana? Es indudable que existe el riesgo de que los votos opositores se dispersen y eso termine favoreciendo al gobierno, lo cual sería el peor escenario imaginable. Pero tampoco se puede definir por consenso un candidato para que sea el elegido para derrotar al kirchnerismo. Si ese consenso existiera, la oposición no se hubiera dispersado y habría un acuerdo general alrededor de una única candidatura. No obstante, el panorama de atomización que se percibía en ciertos momentos se atenuó bastante, en particular con las “bajadas” de sus respectivas candidaturas de parte de Cobos, Macri, Solá, etc. Las candidaturas que quedaron en pie, en definitiva, son bastante “lógicas”: Duhalde representa el peronismo ortodoxo, que no quiere apoyar al kirchnerismo pero tampoco a un no peronista, Carrió pretende expresar el “voto protesta” contra las mafias políticas, Binner representa a la centro-izquierda no kirchnerista, que rechaza el populismo y Alfonsín expresa al radicalismo pero con la novedad de que, a través de sus alianzas con De Narvaez y González Fraga, muestra un corrimiento hacia el centro que le permite atraer votos independientes y moderados que van a encontrar más difícil coincidir con las demás alternativas. Subsiste, por supuesto, el voto populista que apoyará, presumiblemente, al kirchnerismo, aunque habrá que ver, en el desarrollo de la campaña, si los opositores desarrollan una línea discursiva que les permita atraer al menos algunos segmentos de ese perfil electoral.

Un punto importante de este panorama es cuánto se influenciarán en restarse votos mutuamente Carrió, Alfonsín y Binner y lo mismo entre Duhalde y Cristina. Esos pequeños porcentajes pueden llegar a ser determinantes a los efectos de definir escenarios con vistas a una hipotética segunda vuelta. Pero es necesario decir que, en definitiva, la oferta electoral representa a grandes rasgos las tendencias predominantes del electorado y, por lo tanto, no hay mayores sorpresas, para bien ni para mal. Quizá el mayor interrogante lo plantee Alfonsín, con un perfil situado más a la derecha de lo previsible, que obliga a seguir con atención cuánta adhesión puede llegar a suscitar. En cuanto al liberalismo, no nos queda más que desear que una mejoría en la situación del país, que se acabe la pesadilla kirchnerista y, principalmente, hacer una autocrítica acerca de por qué no somos capaces de generar, siquiera, una candidatura testimonial.

6 comentarios:

  1. No estoy de acuerdo con los conceptos autor. La propuesta electoral no necesariamente se compadece con la demanda del electorado. Nuestra historia está llena de partidos que han formulados sus propuestas aún a costa del dinero aportado por sus afiliados, de acuerdo con su moral, ética y genuinos pensamientos.Y como era de esperar no han llegado al poder.El análisis de Sala es pragmatismo puro que no comparto. Falta una propuesta liberal por otros motivos, entre ellos la falta de interés y vocación política de los auténticos liberales. Lo que es lamentable pero real.

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  2. Yo coincido con el autor, por lago la Friedich Neumann es cercana a la CC y Carrió nunca dice nada sobre el liberalismo... a pesar que ella se denomine así

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  3. Alejandro comparto en gran parte lo que expones. El problema es nuestro "los liberales" que no sabemos transmitir y además nos comimos "el neoliberlismo menemista". Es triste sólo pretender que pierdan los K....pero es la realidad. Un Abrazo....liberal

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  4. En cuanto blog liberal entro manifiesto lo mismo,que somos los liberales quienes no sabemos hacer llegar el mensaje,como bien dice Sergio Barrera,nos comimos el neoliberalismo menemenista,y todo lo malo es culpa de los neoliberales,no supimos responder a eso o no quisimos responder,para que ,somos liberales ,no neo liberales,eso es un invento de la izquierda para disfrazar su fracaso,asi nos fue,quienes decian ser liberales se asociaron a un gobierno que hablaba de algo que no sabia que era,y los liberales compramos esos espejitos de colores,creo que por mucho tiempo el liberalismo argentino seguira pagando este error, pero tambien creo que algun dia nuestra idea tendra eco en la gente,costara trabajo ,pero como dice el refran la letra con sangre entra

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  5. ¿Porque no explican la diferencia entre neoliberalismo y liberalismo? ¿No será que desconcen cual es la diferencia?

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  6. Creo que la respuesta a Jorge O Moriconi,es simple,si el conoce cuales son los principios liberales,claro esta,de ser asi tendria que compararlos con lo que se llama neo liberalimo y ahi encontraria las diferencias.De no ser asi la respuesta creo que bien valdria un posts, eso podria servir ademas para dilucidar sus dudas si es que reduce el liberalisnmo a una simple idea economica.



    Rosarigasino

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