jueves, 9 de diciembre de 2010

El liberalismo tiene respuestas para el problema de la exclusión social


Los acontecimientos sucedidos en Villa Soldati, donde un operativo policial para desalojar un terreno tomado por marginales derivó en la muerte de dos personas y el consiguiente conflicto posterior, son, todo ello, consecuencia del fenómeno de la exclusión social, sumamente extendido en nuestro país. Es un hecho objetivamente perceptible que en Argentina hay mucha gente que no tiene la posibilidad de vivir y progresar por medio de su trabajo, principalmente porque no hay fuentes de empleo suficientes para todos los habitantes. Ante esta circunstancia, surgen el fenómeno de la ocupación de terrenos y la generación de métodos de supervivencia reñidos con la ley y con el respeto por los derechos ajenos. La cuestión que viene al caso puntualizar es que el liberalismo tiene respuestas apropiadas para esos problemas.

Las políticas estatistas e intervencionistas aplicadas durante muchas décadas han provocado un incremento en la marginalidad, la cual ha sido aprovechada por los propios gobiernos que motorizaron esas mismas políticas, precisamente porque a estos gobiernos no les conviene eliminar esos focos de exclusión social. La actitud frente a la exclusión social marca la diferencia esencial entre el liberalismo y los gobiernos populistas.

El método a través del cual los gobiernos populistas han institucionalizado la marginalidad social es la práctica que en el vocabulario político argentino se llama “clientelismo”, el cual consiste en conceder pequeños beneficios a los marginales para que puedan ir sobreviviendo día a día, en muchos casos a cambio de apoyos que aseguren la continuidad en el poder de los gobernantes que ofrecen esas limosnas. Desde un punto de vista liberal esas prácticas son repudiables porque si bien ayudan a la supervivencia diaria, perpetúan el sistema que condena a esas personas a una existencia marginal y precaria.

La respuesta que el liberalismo ofrece al problema de la marginalidad no consiste en perpetuarla sino en poner en práctica políticas que conduzcan a la inclusión social de aquellos que están excluidos del sistema económico-social. Para que una persona se inserte en el sistema y pueda vivir dignamente, es necesario que tenga trabajo, que pueda ganarse la vida por sí misma, que no tenga que depender de la ayuda estatal para sobrevivir día a día. La respuesta del liberalismo frente al problema de la marginalidad social es más eficiente que la de los gobiernos estatistas y populistas porque consiste en crear las condiciones para que la marginalidad tienda a ser reducida y eventualmente eliminada.

Hay indudablemente fallas severas en la comunicación de las propuestas liberales, que tienden a soslayar estos contenidos de sus expresiones programáticas habituales, hecho que explica en buena medida el ostracismo político en el que el liberalismo está sumido en Argentina. Si nosotros mismos nos encerramos en nuestras consideraciones conceptuales teóricas y soslayamos las oportunidades que las circunstancias nos ofrecen de presentar respuestas satisfactorias a los problemas concretos que afectan a la sociedad, es natural que no seamos capaces de obtener adhesiones populares relevantes.

No es del caso detallar aquí los argumentos que los liberales podemos esgrimir para sustentar nuestra capacidad para dar respuestas al problema de la marginalidad social. Ese tema excede los breves alcances de un artículo bloguero. Pero sí es bueno que tengamos en cuenta que debemos dar la batalla política en el terreno de los hechos y no en el plano de las ideas. Porque el pueblo demanda respuestas concretas a sus demandas concretas. Desde el liberalismo podemos generar esas respuestas. Pero debemos ponernos en sintonía con los reclamos populares y salir del laboratorio de las conceptualizaciones teóricas. De lo contrario, seguiremos teniendo razón pero los votos y el poder se dirigirán hacia otras direcciones.

4 comentarios:

  1. Muy buen aporte Alejandro, comparto todo lo indicado. Habría que comenzar por derribar el mito de que el liberalismo es elitista, y ver de que manera acercar a la gente que más lo necesita, esa semilla de libertad que siempre que prende, da frutos como ninguna otra en las cuestiones del ser. Saludos!

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  2. El otro dia conversaba con un amigo español acerca de instaurar un gobierno liberal y me comentaba que en politica no habia casi candidatos liberales, lo que me dejo un poco medio desanimada porque lejos estamos de que alguna vez tengamos un politico que elimine este proyecto de años del pais donde venga quien venga todos apuntan a seguir manteniendo al Leviatan. Y claro despues charlando con otro amigo en mi oficina me decia ¿si vos fueras candidata pagarias el costo politico de sacar todos los beneficios sociales a los que el pueblo esta acostumbrado? Esto debe ser lo que pasa con los candidatos y los que llegan al gobierno no? prefieren seguir arrastrando conductas estatales que solo han servido para crear un pueblo vago, ignorante y que solo espera comodo en su casa como les llueven las ayudas sociales de todo tipo (por lo menos por lo que veo aca en Trelew les dan a manos llenas y cada vez se ponen mas exigentes sin aportar siquiera su trabajo) No es un trabajo facil y demandara mucho muchisimo tiempo de poder realizarse cambiar años y años de recibir sin ganarselo. Muy buena tu nota. Saludos (sandra de trelew, chubut)

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  3. "... el ostracismo político en el que el liberalismo está sumido en Argentina". Excelente Alejandro, ¡aplausos liberales! By Marcela T. Fernandez

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  4. Ni liberales ni socialistas pueden terminar, por si solos, con los graves problemas de exclusion. Solo paises con acuerdos generales, a partir de elites sabias, no tan homogeneas pueden tener mejores resultados. El problema es que en esas elites tiene que haber mayoria de liberales, y no lo que somos hoy, una culposa minoria.

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