lunes, 8 de noviembre de 2010

El camino hacia el progreso personal es el trabajo y no la dádiva gubernamental


Probablemente lo peor del kirchnerismo no sea su política económica de orientación estatista –un error entendible, al fin y al cabo- sino los valores éticos implícitos que su gestión ha consagrado. El kirchnerismo ha institucionalizado valores y conductas tales como la mentira, la obsecuencia, el ventajismo, la guaranguería y los ha convertido en rasgos virtuosos, en caminos legítimos y recomendables para el tránsito hacia el éxito y el progreso personales. La inversión diametral pero no traumática de ese rumbo será el mayor desafío del próximo gobierno, cualquiera que sea. Es necesario extirpar de la sociedad argentina el concepto de que es mejor vulnerar la ley que cumplirla. El kirchnerismo no creó esta circunstancia pero sin dudas la aprovechó como nadie y la desarrolló hasta límites desconocidos antes.

No se trata de que el próximo gobierno proclame principios éticos sino de que los aplique estrictamente –el Presidente y todos sus colaboradores- en su praxis cotidiana. En particular, hay que desactivar y quitarle legitimidad al clientelismo desenfrenado, que los Kirchner han estimulado como método sistemático de construcción de poder.

El clientelismo es el método operativo en el cual el kirchnerismo ha sustentado todo su andamiaje político. Es una práctica que se aprovecha de un rasgo muy extendido en la conducta de muchos habitantes del país, el cual consiste en considerar como un íntimo motivo de orgullo la vulneración de las normas con el fin de extraer beneficios. Kirchner y sus secuaces se valieron de esa miserabilidad para obtener de ella réditos políticos, ofreciendo pequeñas dádivas a cambio de obsecuencia.

Pero ningún ordenamiento social puede operar en base a esos principios éticos. Esto no tiene nada que ver con determinada orientación en términos de política económica. Se puede ser estatista, partidario de la redistribución del ingreso, pero no necesariamente por eso hay que ser un canalla. El estatismo redistribucionista es una mala política económica pero no un acto de maldad en sí mismo.

El punto central es que se debe desactivar los mecanismos del clientelismo y se debe restablecer el principio de que, para progresar en la vida, es necesario trabajar, esforzarse, capacitarse y conducirse con honestidad. Por cierto que una política económica de orientación estatista dificulta que estos valores estén vigentes de hecho –porque el estatismo se presta para el ejercicio de las prácticas clientelistas- pero la clave está en procurar la puesta en vigencia de valores distintos a los actualmente vigentes y entonces la política económica se irá acomodando espontáneamente.

La cuestión, en definitiva, es que nos planteemos el propósito de recuperar el principio de que es el trabajo y no la dádiva gubernamental el medio para el progreso personal. Actualmente, ese principio está desnaturalizado porque la propia acción de los gobiernos lo ha desplazado en favor de la práctica sistemática del clientelismo. Pero como no se puede sostener un modelo de clientelismo universal porque si nadie produce, no hay nada para distribuir y comprar voluntades, la consecuencia es que ese modelo de clientelismo generalizado se erosiona a sí mismo irremediablemente. Nos vamos encaminando a esa crisis. Y cada crisis es una nueva oportunidad. La clave para aprovechar esa oportunidad será que el clientelismo universal sea desterrado y se entienda que el camino hacia el progreso personal es el trabajo y no la dádiva gubernamental. Eso es lo que las circunstancias demandan como fundamento básico de la acción de gobierno. Parece simple pero para la Argentina de hoy la aplicación de ese principio sería un progreso gigantesco.

3 comentarios:

  1. Vos lo decis perfectamente Alejandro, parece facil pero en la argentina de hoy es un proyecto titanico, y esta bueno que aclares en la argentina de hoy, porque no fue asi siempre. Aunque no lo crean en este pais supo estar instalada la cultura del trabajo, y la cultura de la educacion. Supo estar instalada la frase "esto lo obtuve con el sudor de mi frente" que significaba eso justamente, transpirar trabajando para llevar la comida a la mesa y para pagar los estudios de tus hijos.
    No se en que momento a los chicos se les hizo creer que estudiar no era importante, que habia caminos mas rapidos para llegar que el esfuerzo, crazo error por supuesto porque el estudio abre la mente y una mente abierta no es llevada a voluntad para hacerlos hacer lo que no se quiere hacer, se obviarian de ser ovejitas...y tampoco se en que momento la gente dejo de ir a trabajar y esperar que todo le venga del Padre Estado. En Argentina tenemos por muchos años el gran Leviatan, todos agarrados y controlados y mantenidos por el poderoso Estado. Tenemos generaciones de jovenes que ya vienen con esta cultura de "me lo tienen que dar", o "si yo tuviera trabajo no estaria pidiendo", son discursos incorporados como se graba un cd, porque en realidad cuando haces una cronologia de su vida te das cuenta que hace años que esa familia viene viviendo de esa manera, de los subsidios, de la dadiva del gobierno, (ojo te lo estoy diciendo con conocimiento de causa y desde la optica de mi ciudad eh, ademas trabajo en un area social)
    Por decirte un ejemplo tenemos casos que hace 20 años que se los viene subsidiando, y despues siguen los hijos, los nietos, etc etc, porque nunca vieron salir a sus padres a trabajar para que ellos tengan las necesidades basicas cubiertas. Mi pregunta es ¿en veinte años no se te cambia la suerte? porque yo puedo entender que las situaciones a veces se dan vuelta pero durante veinte años? nunca encontraste un trabajo? Entonces me surge ante estos temas la idea de que a veces no quieren trabajar pero otras es mucho mas comodo aceptar la dadiva, es mucho mas comodo (imaginate aca en mi ciudad le dan tarjeta social para comprar comida, le pagan la luz, le dan planes de trabajo por 1000 pesos, le entregan colchones, zapatillas, pañales descartables, camas, le construyen las casas, le arreglan la casa, tienen problema de agua le dan el cañista, tienen problema de gas, le dan el gasita, tienen problemas electricos, le dan el electricista) entonces....el pensamiento de ellos es para que vamos a salir a trabajar si todo lo tenemos, obvio yo no decidiria hacer esa eleccion porque el precio que tienen que pagar, que ellos no lo llegan a ver, es haber quedado rehenes de un sistema cruel.
    Pero por otro lado me pongo a pensar que pasaria con un gobierno que aunque progresivo vaya cortando toda esta cultura del no trabajo, el que alguna vez trabajo seguramente se sentira contento de volver a decir "con el sudor de mi frente" pero para los que nunca trabajaron.. y creo que llevaria a realizar una pelea al gobierno hasta destruirlo.

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  2. muy importante todo lo que comentastes mnandé un regalo al muro!!

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  3. NO MAS PLANES DESCANSAR !!!!NO QUIERO MANTENER MAS GENTE QUE NO LABURA!!!!

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