Aunque declamativamente lo nieguen, es evidente que el gobierno está muy preocupado por la inflación. Si así no fuera, no se explicarían algunas medidas adoptadas en los últimos días, tales como el requerimiento a las consultoras privadas para que expliquen sus métodos para medir el costo de vida y la aplicación de la ley de abastecimientos para impedir los aumentos de precios de varias empresas (Shell, Techint y Cablevisión, más otras que se están anunciando). Dado que nuestros amigos kirchneristas están preocupados por el tema, vamos a tratar, desde nuestra visión liberal de la realidad en general y de la economía en particular, de ayudarlos a entender y por lo tanto resolver el problema.
¿Por qué hay inflación, amigos kirchneristas? Hay inflación porque la señora Marcó del Pont, presidenta del Banco Central y miembro conspicua del elenco gubernamental, emite moneda “a lo pavote” para suministrar fondos para que ustedes afronten todos los gastos en los cuales se han embarcado. Como la plata al gobierno no le alcanza, y dado que tiene la facultad de fabricarla, el gobierno emite indiscriminadamente pesos y así paga los aumentos a los jubilados, los subsidios a las empresas de servicios públicos, el Fútbol para Todos, los planes trabajar, las obras públicas en las provincias y municipios de los amigos, etc, etc, etc.
Esta política sería fantástica si no fuera por el pequeño detalle de que el aumento en volumen de circulante altera toda la ecuación de la economía y provoca que los consumidores, al tener mayor disponibilidad de dinero, ejerzan una presión alcista sobre los precios, es decir, inflación. Veamos cómo opera este aspecto de la economía (amigo Guillermo Moreno, esto va especialmente dedicado para usted).
La cantidad total de moneda circulante siempre vale lo mismo que el conjunto de los bienes disponibles en el mercado. Cuando se aumenta la suma de dinero en curso como consecuencia del proceso emisionista desarrollado por Marcó del Pont para financiar al gobierno, la proporción entre cantidad de dinero y bienes disponibles se modifica. Como hay más dinero por la misma cantidad de bienes, es matemáticamente obvio que cada producto costará mayor cantidad de dinero, es decir, aumentará de precio. A esto, los execrables economistas neoliberales lo llaman, demagógicamente, inflación.
El problema, amigos kirchneristas, compañeros de tantas luchas setentistas, héroes de la resistencia contra la dictadura, críticos irrenunciables de las políticas de los 90, es que ustedes gastan más de lo que tienen y lo resuelven con un llamadito telefónico a “Mechi” Marcó del Pont (véanla en la foto de arriba) que inmediatamente le da “enter” a la maquinita de emitir y así terminan por darle argumentos a los economistas neoliberales (esos que se ganan la vida poniendo consultoras que miden los precios con métodos que ustedes quieren fiscalizar porque no se sabe muy bien de donde sacan los números que publican) para que digan que hay inflación.
Y, para colmo, cuando “Doña Rosa” va al supermecado, se compra unas papas para la ensalada, un paquetito de yerba y un frasco de detergente para lavar los platos, los encuentra más caros que hace unos pocos días, y termina dándoles la razón a los economistas neoliberales y no al gobierno.
El problema no es la inflación. El problema son los economistas neoliberales y las empresas que los financian, que escuchan a esos aprendices, pero en base a sus apreciaciones aumentan los precios. Y como en el mercado hay más dinero disponible porque ustedes lo emitieron, los consumidores terminan pagando lo que los empresarios les cobran bajo la nefasta influencia de los economistas neoliberales.
Y es acá, amigos kirchneristas donde a nosotros se nos ocurre darles un generoso consejo: ¿por qué no bajan un poquito el gasto público, equilibran ingresos y egresos, dejan de emitir y entonces se va a parar la inflación? Si ustedes hacen eso, los economistas neoliberales se la van a tener que aguantar y no podrán decir que sí hay inflación porque cuando Doña Rosa vaya al supermercado encontrará las papas, el bifecito y la yerba al mismo precio que en su visita anterior y entonces les dará la razón a ustedes y no a los economistas. Piénsenlo, tal vez la idea que les estoy dando les venga bien para que Cris pueda ganar las próximas elecciones y así se aseguren cuatro añitos más en el poder. No es mala idea ¿no les parece, amigos kirchneristas?
simple y real,
ResponderEliminarsimple y real, no soy anonimo soy damian seberio
ResponderEliminarcomparto el artículo, es como decir que 2+2= 4, deberia ser claro para todos, salvo para aquellos que persiguen sus intereses y no la verdad.Juan Posse
ResponderEliminarla parte didactica de la nota es correcta ,en lo que no estoy de acuerdo es en asumir el mote de neoliberal,al menos yo me identifico como Liberal clasico ,En el terreno económico el liberalismo, en efecto, ha sido una escuela de pensamiento en constante evolución, de manera que hasta podría hablarse de un permanente "neoliberalismo",pero,en el sentido actual de la palabra, el "neoliberalismo", en realidad, no existe. Se trata de una etiqueta negativa muy hábil, aunque falazmente construida por la izquierda y la derecha estatistas y adversarias del mercado .
ResponderEliminarPor lo tanto creo que el titulo del articulo tendria que ser :Consejos a los amigos kirchneristas para refutar a los economistas liberales.
Lamento que quienes se dicen liberales asuman esa etiqueta de neoliberales
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-161358-2011-01-29.html
ResponderEliminarLo de neoliberal es una ironía de Alejandro, si no me equivoco...
ResponderEliminarNeoliberal y liberal son dos cosas completamente distintas y se contraponen.- Es correcto el análisis.- Falta agregar que aunque el gobierno no emita dinero falso, lo mismo se produce inflación cuando crece la riqueza generada.-
ResponderEliminarEl constante aumento del valor de la tierra, como consecuencia de su interés para producir mayor riqueza, genera una "riqueza" ficticia por la cual no se ha enviado producto alguno al mercado, rompiendo el equilibrio. El Estado entonces debe emitir moneda para compensar esa riqueza.-(unicamente a partir de la tierra y sus derivados se genera la riqueza)