La actitud del gobierno en el sentido de generar un incidente diplomático con Estados Unidos por una supuesta infracción en la carga de un avión que aterrizó en Ezeiza tiene mucha similitud con el incidente que derivó en
Es posible que el avión norteamericano haya contenido carga ilegal. Seguramente los yanquis no son ningunos “angelitos” y es creíble que hayan querido hacer pasar de contrabando algo que no correspondía. Es incluso verosímil que en ocasiones anteriores lo hayan hecho quizá con la complicidad de autoridades argentinas, esos mismos funcionarios que ahora “se dieron vuelta” porque eligieron “indignarse” por la “violación de la soberanía” y el “menoscabo de la dignidad nacional” provocado por la llegada de ese avión a Ezeiza.
Si es efectivamente cierto que el avión contenía carga ilícita, la forma apropiada de resolver el problema era secuestrar los materiales prohibidos, retenerlos en custodia hasta que el avión partiera de regreso y devolverlos a su lugar de origen por la misma ruta por la que vinieron. No había ninguna necesidad de “armar el circo” que el gobierno generó a partir de un hecho intrascendente y muy fácilmente solucionable.
Todo este conflicto con USA por la cuestión de las armas en el avión no es más que una payasada demagógica carente de sentido en sí misma y sólo explicable como parte de una escenografía montada deliberadamente por el kirchnerismo con el fin de extraer beneficios políticos en el frente interno, como el campeón de la soberanía frente al “ultraje” de una potencia extranjera. Lo que Cris y sus muchachos se olvidan es que Argentina no es Venezuela y que el discurso del “imperialismo” aquí se escuchaba hace 40 años –en la época en la que los actuales gobernantes militaban en los Montoneros- y ahora ya no conmueve a nadie.
Seguramente, dentro de pocos días toda esta pantomima habrá quedado olvidada y volveremos a las cuestiones domésticas que son las que verdaderamente nos preocupan. El futuro del país y la posibilidad de restablecer un ordenamiento republicano, usurpado por los últimos gobiernos, es la cuestión central de la política argentina de estos tiempos. Las payasadas de Timerman son una cuestión absolutamente secundaria.
Excelente Análisis Alejandro!!.....yanqusi go home!!= anacronismo en bruto. Un abrazo
ResponderEliminarYankees, go home; Chávez, como here
ResponderEliminaruna payasada, tal cual, así la definí, es la primera palabra que me vino a la cabeza!!
ResponderEliminarVoy atomar prestadas las palabras de un ex-canciller"¿Qué duda cabe que para muchos gobernantes y dirigentes políticos, los gestos de desafío a los grandes del mundo generan un intenso placer? Nosotros renunciamos a esa gratificación porque estamos conscientes de que ese beneficio emocional es para el gobernante, mientras que los costos generados por esos gestos los debe soportar el pueblo.”
ResponderEliminarCreo que es un buen resumen del comportamiento del gobierno
Excelente análisis Alejandro.
ResponderEliminarPero viendo la actividad reciente de la sra Presidenta me parece que la estamos tomando demasiado en serio.
No me parece que tenga una estrategia como Rosas o Galtieri para mejorar su imagen.
Estoy pensando que es sólo una "conventillera" de barrio. Habla de las milanesas, la canasta escolar, llora por el marido. Se pelea con todos los vecinos. Le falta andar con ruleros como la Chona.
Quizás la muerte de Kirchner le haya causado una regresión o se le haya pegado algún personaje de ficción.
Sea lo que fuere me parece que ya no se la puede tomar en serio.
No comparto mucho de tu análisis simplista y de bajo contenido histórico, pretendiendo embolsar a Cristina con Galtieri y luego a cada uno con Rozas. En 1845 fueron las naciones potencias las que invadieron la Argentina contrariando la soberanía de los estados. La resistencia rosista generó un precedente fundamental en la historia del mundo.
ResponderEliminarNi Cristina ni Néstor militaban en Montoneros, eran de la JP que se quedó en la Plaza porque nunca creyeron en la lucha armada como solución.
Y Estados Unidos, por más necesario que nos sea en nuestra historia, no puede andar metiendo armas como pancho por su casa. Es el contrasentido de criticar cuando lo agarraron a Wilson (seguro que entró mucho más que 800 lucas)
Por favor!