martes, 30 de noviembre de 2010

Las "empresas formadoras de precios" son un mito kirchnerista


Entre los tantos disparates que se escuchan por estos días en relación a las causas de la inflación, uno de los más absurdos es el que hace alusión a “las grandes empresas formadoras de precios”... Si no fuera porque en cada ida al supermercado el dinero vale menos que en la visita anterior, ese argumento sería gracioso y hasta podría dar motivo para una representación farsesca. Conviene, entonces, dado que el gobierno parece no entenderlo y en su confusión transmite un mensaje erróneo, explicar brevemente cómo se forman los precios.

Los precios son la expresión del valor que la demanda –es decir, los consumidores- atribuyen a un producto cualquiera. Una botella de gaseosa vale tanto como el promedio de los consumidores estén dispuestos a pagarla. Las empresas venden la botella de gaseosa al mejor precio que puedan obtener por encima de los costos de producción. Si ese mejor precio fuera inferior a los costos de producción, no se venderían gaseosas. Pero si el precio que los consumidores están dispuestos a pagar por esa botella es muy superior a los costos de producción, se abre la posibilidad de que alguien esté dispuesto a vender esa misma botella por menos dinero y que se genere una situación de competencia que haga bajar el precio de la botella de gaseosa, lo cual beneficiará a los consumidores porque podrán comprar más barato. Esa competencia tiene como límite inferior los costos de producción, ya que, por debajo de ese límite, la producción de gaseosas comenzaría a tornarse deficitaria y ninguna empresa tendría interés en ofrecer ese producto a la venta a un precio que genere pérdidas.

Conocido este proceso, la afirmación de que hay “empresas formadoras de precios” resulta disparatada. No hay “empresas formadoras de precios” sino empresas que procuran ganar dinero vendiendo sus productos y consumidores que deciden si compran o no lo que tales empresas les ofrecen. De la interacción entre unos y otros surge el precio de cada producto (por ejemplo, las gaseosas). La pregunta que se plantea en este punto, por lo tanto, es la siguiente: ¿por qué hay inflación entonces?

Hay inflación, esencialmente, porque el gobierno emite y pone en circulación grandes cantidades de billetes -de pesos- los cuales se van sumando constantemente a la totalidad del dinero en circulación. Al aumentar la cantidad de pesos en circulación, alguna gente –es decir, algunos consumidores- tienen más dinero disponible. Esa mayor disponibilidad de recursos los hace estar en condiciones de pagar precios más elevados por los productos que pueden comprar (recordemos que los productos valen tanto como el promedio de los consumidores están dispuestos a pagarlos) y así es como producen el efecto inflacionario que, una vez puesto en marcha, se realimenta a sí mismo porque los aumentos de unos productos hacen que otros consumidores, que aspiran a consumir los productos que se encarecieron, reclamen para sí más billetes para poder compensar la pérdida de poder adquisitivo que sufrieron por los aumentos de precios. Pero esa demanda de más billetes para compensar las pérdidas iniciales provoca más emisión monetaria, la que le da nuevo impulso al proceso inflacionario, el cual se va acelerando y potenciando incesantemente a sí mismo, de modo que precios y salarios se lanzan a una carrera desenfrenada donde todo el desenvolvimiento de la economía concluye por descontrolarse completamente.

Todo esto demuestra que el argumento de las “empresas formadoras de precios” es una de las tantas falacias del gobierno kirchnerista para justificar su propia ineptitud para conducir la economía y garantizar el valor de la moneda. Como siempre, la forma de eliminar la inflación es restringir severamente la emisión monetaria y reducir sustancialmente los gastos del estado. Pero esto impediría la práctica del clientelismo porque no habría modo de financiar esas políticas. Esa es la contradicción insalvable de la política económica kirchnerista. Y, como es habitual, la víctima de esas inconsistencias es el pueblo...

11 comentarios:

  1. Excelente nota Alejandro....la comparto. UN ABRAZO

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  2. o sea que si en lugar de aumentar la oferta para satisfacer la mayor demanda y tener mejores ventas, los empresarios "que no forman los precios" simplemente fabrican lo mismo o menos para venderlo a mayores valores, la culpa de la inflación la tiene la mayor disponibilidad de circulante? Pensamientos de ese tipo son los que avalan la expoliación del resto del mundo a manos de los dueños del capital. Las recetas como las que ofreces en este articulo son las mismas que vienen aplicando desde hace cientocincuenta años los poderosos que solo estan interesados en alcanzar un estado de neo-feudalismo, donde su status quo (y el de sus lame-billeteras) no puedan ser alcanzados por el reordenamiento social que en breve generará la explosión del conocimiento

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  3. Sergio, muchas gracias.

    Anónimo, si se produce deliberadamente menos oferta para provocar un aumento de precios, en un mercado abierto se deja disponible la posibilidad de que los competidores abarquen una mayor cuota de mercado

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  4. Claro, excepto cuando de hecho estan concentrados o cartelizados, como es el caso actual. Practicas habituales de quienes se disfrazan de liberales para el discurso, pero que en la realidad funcionan como monopolios o duopolios que se reparten cuotas del mercado y que actuan de concenso para mantener margenes de utilidades que no se corresponden a los bienes o servicios que ofrecen.

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  5. Anonimo:La supuestas arbitrariedades de los formadores de precios cartelizados u oligopolicos necesitan de la convalidacion del consumidor que paga o no el precio, segun sus preferencias y prioridades de modo que lo que vos decis es una especulacion que la realidad niega todos los días mandando empresas a la quiebra.

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  6. Anonimo II: no es asi, ya que el consumidor no convalida "votando con la billetera" en los segmentos en los que depende su superviviencia, mas bien debe resignarse a ver como debe trabajar cada vez mas horas para poder comprar los mismos o menos productos y servicios. En los ultimos 40 años la relacion entre el trabajo y el capital se ha venido deteriorando a favor de este ultimo, que tiene como estrategia una cada vez mayor acumulación, aun a costa del bienestar general.
    Por otra parte las que van a la quiebra son las empresas, en tanto los empresarios mantienen sus patrimonios.... lo mismo se aplica a los distintos rubros donde el capital es quien toma las decisiones. Estas aun equivocadas para la sociedad, son premiadas siempre: veamos lo que paso con las subprime... los ejecutivos siguieron cobrando prevendas y el establishment salvo a los bancos, pero no a la gente

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  7. Alejandro como siempre muy claros tus comentarios, no sabes como me estan ayudando a ir entendiendo un poquito mas la economia, terreno que me cuesta a veces entender. Gracias. (sandra de trelew)

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  8. Muy bueno rompecorazones!!, como va tanto tiempo??

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  9. Anónimo: Si la realidad respondiera a lo que vos decis, no existiría la real y creciente prosperidad de la gente que se verifica en los países desarrollados. De vuelta, la realidad niega tus especulaciones tal como negó las profecías del marxismo de la crisis final del capitalismo que sigue vivito y coleando. Revisá tus creencias, que no responden la realidad.

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  10. Es lamentable que los desgobiernos sigan con los mitos de los formadores de precios y el "agio y la especulación".

    No se puede separar el tema inflación de la emisión monetaria espúrea.

    Los gobiernos emiten porque quieren gastar más de lo que tienen. Tienen 10 y quieren gastar 11. Al no haber alquimistas que generen oro a partir de plomo, emiten papel pintado.
    No se dan cuenta que los billetes no son riqueza.

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  11. Yo veo dos principales variables que hicieron que comience a elevarse la inflación:
    * Falta de energía
    * Entes de la economía que reciben dinero sin producir nada a cambio.

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