viernes, 18 de febrero de 2011

No nos encandilemos con Rodríguez Saa

La entrevista al precandidato a presidente por el peronismo Alberto Rodríguez Saa, publicada ayer por el diario La Nación ha provocado bastante revuelo en el mundillo del liberalismo. La nota está titulada “Hace falta una economía libre y competitiva”... En el cuerpo de la nota hay bastantes contradicciones porque habla de “shock keynesiano” y de que “el Estado tiene que participar para evitar las distorsiones en el mercado”. No está claro como esas consideraciones pueden compatibilizarse con una economía “libre y competitiva”.

Dice también Rodríguez Saa que “lo que hay es una intromisión del Estado en la formación de precios” y que “el ideal es bajar los impuestos, pero no se puede hacer una promesa irresponsable”. Como se ve, el gobernador de San Luis -hermano de quien fuera efímero Presidente de la Nación y estableciera el default de la deuda pública bajo la ovación de casi todo el Congreso Nacional- ha elegido recorrer un camino que al menos en parte coincide con los criterios liberales, aunque en otros sentidos colisiona con el liberalismo.

El hecho de que Rodríguez Saa tenga ciertas coincidencias con el liberalismo ha provocado que algunos liberales observen con atención e interés sus propuestas. El razonamiento que subyace en estas consideraciones es que, en vista de que es utópico por el momento esperar que el liberalismo obtenga poder político propio, no es descabellado apoyar a quien pueda llegar al gobierno y tenga la intención de aplicar un programa liberal aunque pertenezca a otro partido.

Este curso de acción registra antecedentes a través de dirigentes de orientación liberal que prestaron su colaboración con gobiernos militares y por supuesto en la época de Menem. Los casos previos demuestran que estas experiencias no suelen arrojar resultados positivos pero la tentación de acercarse al poder siempre atrae. El interrogante que surge es qué actitud cabe adoptar desde un punto de vista liberal frente a un precandidato presidencial que imprevistamente dice estar a favor de la economía libre y de bajar los impuestos.

Siempre es positivo que representantes de cualquier partido se presenten como defensores de las posiciones históricas del liberalismo. Por lo tanto, no cabe otra cosa que considerar auspicioso al hecho de que un dirigente de otra corriente exprese su propósito de aplicar un programa que al menos parcialmente coincide con las inclinaciones liberales. Pero por ese mismo motivo, porque proviene de otro partido, porque su adhesión al liberalismo es más bien ocasional que permanente, porque es sospechoso alguien que cambia tanto de opinión de la noche a la mañana, hay que tener cautela antes de tomar posición ante el “converso”.

La experiencia menemista es ilustrativa en este sentido. El liberalismo pagó muy caro el hecho de haber formado parte del gobierno de Menem. Cuando el modelo menemista se desmoronó, quien pagó el costo político de ese fracaso fue el liberalismo, no los dirigentes peronistas que habían apoyado a Menem como, por ejemplo, Kirchner. Esta posición distante no implica dejar de apoyar las iniciativas de cualquier gobierno que coincidan con los criterios liberales pero sí sugiere que nadie se embandere, en nombre del liberalismo, en un gobierno cuya genuina adhesión a las inclinaciones liberales es muy dudosa.

Rodríguez Saa asume una posición cercana al liberalismo ahora porque está evaluando que esa estrategia le resulta conveniente a los efectos de diferenciarse del kirchnerismo pero nada garantiza que, después de un tiempo y, en circunstancias políticas diferentes, no pueda convertirse en el más furibundo partidario de posiciones totalmente opuestas al liberalismo. Entonces, los liberales que se hayan embarcado en el apoyo al proyecto de Rodríguez Saa quedarán desairados por una voltereta política propia de los peronistas pero incompatible con un genuino compromiso con el liberalismo. El problema de fondo es que no se puede confiar en que Rodríguez Saa vaya a tener un compromiso duradero con el liberalismo. Por eso es riesgoso darle un crédito excesivo a los conceptos vertidos en la nota publicada ayer. El liberal que le crea desmedidamente a Rodríguez Saa puede encontrarse, el día menos pensado, prestando adhesión a un gobierno totalmente adverso al liberalismo. Ya pasó con Menem. No nos encandilemos nuevamente.

6 comentarios:

  1. Liberales son los nuestros: San Martin, Rosas, Perón jaja.... muy buenas reflexiones Alejandro..Un abrazo

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  2. ...Rodriguez Saa en San Luis, si no evaluo mal de acuerdo a lo que he leido, esta haciendo un buen gobierno, vos corregime si no es asi o si he estado evaluando mal. De todo lo que hay me parece un tipo que seria una propuesta diferente entre otros que estoy observando... pero si tenes razon alejandro, deberemos ir de a poco y mirando y escuchando en lo posible desprovisto de ideales por las propuestas liberales planteadas para como vos bien recordas no sea duro el golpe si es que llegado a asumir como presidente se despacha con una idea totalmente opuesta. Pero no esta mal tampoco descartar de una. Saludos Sandra desde Trelew.

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  3. Porqué no pensar que este señor sabe que como está hoy el país y como lo dejaran estos energúmenos que gobiernan, no queda otra alternativa al que venga que hacer un giro copernicano en la política económica y apelar a las recetas sensatas del liberalismo y que nadie puede impedir sean puestas y ejecutadas por quien fuere, llámese Ernesto Sanz, Ricardito Alfonsín o Macri finalmente. El problema está según creo, que en cabeza de un "estatista" dichas recetas solo servirán para llenar la canasta para que luego algún otro populista con el cuento de la distribución se apropie del contenido. Saludos. H.L.M.

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  4. Después de leer el articulo en La Nación y de ver su gobierno en San Luis hay que seguirlo muy de cerca porque es el único que se acerca a los ideales liberales.

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  5. Retempla el espíritu el articulo de Alejandro Sala.
    Por fin un liberal que piensa con los pies sobre la tierra.

    El neoliberalismo vernáculo tiene el bulbo quemado de tanto errar el viscachazo. No revisan premisas básicas ni aprenden nada de la experiencia.

    Bien por Alejandro

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  6. Rodriguez Saa, tiene CLARÍSIMO el fenómeno RENTA DE LA TIERRA y sus efectos en la sociedad.-Esa es la razón por la cual presenta como un DERECHO de las personas el Plan de Inclusión social.- LO QUE NO DICE, es que en SAN LUIS, se han adueñado de más de 2.5 millones de has de las mejores tierras, más todas las mejores tierras urbanas, cuyos ex-propietarios y empleados hoy viven de los planes sociales.-
    Se dió el lujo de expresar el origen de la pobreza y sus consecuencias en una carta pública publicada el 24 de mayo de 2008 bajo el título "Entre la DADIVA Y EL DERECHO" .- Un origen Y SUS CONSECUENCIAS que muy bien aprovecho en su favor personal político y económico. REPRESENTA EL AUTÉNTICO NEOLIBERAL SIN ESCRÚPULOS ¡¡¡No se confundan !!!

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