viernes, 11 de febrero de 2011

Semanas decisivas para la interna peronista que condicionan el futuro político del país

Las próximas seis u ocho semanas posiblemente sean decisivas para el futuro político argentino. No más allá de ese lapso debería, presumiblemente, definirse la solapadamente caliente interna peronista que divide a los ultrakirchneristas –que son minoritarios pero son los más activos y los que cuentan con más recursos porque emplean todos los resortes del estado en su beneficio sectorial- los kirchneristas por conveniencia o por comodidad (probablemente la mayoría) y los peronistas críticos, que configuran un grupo heterogéneo. La clave de la cuestión pasa por determinar si las presiones del ultrakirchnerismo logran “torcer el brazo” y cooptar a los kirchneristas por conveniencia y comodidad para que continúen apoyando al gobierno o no lo consiguen. Hasta ahora, estos dos grupos, los ultrakirchneristas y los kirchneristas por conveniencia y comodidad vinieron manteniendo una alianza porque ambos se necesitaban mutuamente. Pero ese acuerdo parece haberse agotado porque las ambiciones hegemónicas del ultrakirchnerismo lo llevan a adoptar cursos de acción que comprometen el poder de sus aliados, quienes, de ese modo, dejarían de resultarle necesarios al ultrakirchnerismo, el cual, a la larga, apuntaría a prescindir de ellos.

Esta sorda puja tiene su materialización más visible en el impulso del gobierno a la candidatura a gobernador de la Provincia de Buenos Aires de Martín Sabbatella en contra de las aspiraciones de Daniel Scioli y, en concordancia con esa iniciativa, la instrumentación de las llamadas “listas colectoras” que afectan el poder de los intendentes, en particular, los del conurbano. El punto crítico de toda la cuestión, en definitiva, es que, en el afán de hegemonizar el poder nacional, el ultrakirchnerismo está procurando apropiarse del peronismo en su conjunto. El interrogante es si lo logrará o fracasará en su propósito.

Por mucho que detestemos a la mayor parte de los dirigentes peronistas, es obvio que los liberales –que somos meros espectadores de este conflicto- no podemos menos que desear que esta puja sea ganada por los enemigos del gobierno. Si el sector que gana la interna peronista es mínimamente democrático, la posibilidad de que el liberalismo siga teniendo un espacio y una influencia potenciales en la vida política del país sigue vigente. Si el kirchnerismo se consolida, nos encaminaremos hacia un régimen totalitario donde los espacios para la libertad de expresión –y todas las demás libertades también- quedarán reducidos prácticamente a la nada.

En medio de este conflicto se presenta la duda respecto de la real voluntad de la viuda de Kirchner de presentar su candidatura presidencial en octubre. En principio, por los datos que podrían inferirse de sus últimos movimientos públicos, parecería que Fernández de Kirchner está planeando la presentación de su candidatura pero bien podría suceder, también, que esté actuando como si fuera a competir en octubre pero sin haber tomado aún una decisión. Necesita preparar el terreno para presentarse como candidata a la reelección por las dudas de que finalmente vaya a hacerlo y para mantener la expectativa vigente a su alrededor. Pero bien podría suceder, también, que estos preparativos no sean más que una escenografía para anunciar su decisión de no competir en octubre...

Si Fernández de Kirchner elige no complicarse la vida con una participación en las próximas elecciones, es casi inevitable que el movimiento ultrakirchnerista se disgregue y que la interna peronista tome un rumbo imposible de prever. Pero bien podría suceder –y éste es quizá el escenario más factible- que la viuda determine alejarse de la política pero establecer ciertas condiciones a cambio de dar un paso al costado. Esas condiciones presumiblemente consistan en bloquear las investigaciones sobre los negociados del actual gobierno. De ese modo, si bien el ciclo kirchnerista habría concluido y sus representantes más conspicuos habrían llegado al final de su carrera política, lo cierto es que podrían disfrutar plenamente de todo lo robado sin riesgo de que nadie los perturbe.

Todas estas cuestiones, sumamente inmorales, por cierto, pero que forman parte de la realidad política del país y, por lo tanto, afectan la vida de todos nosotros, probablemente se diriman en los próximos dos meses porque los plazos electorales no dejan margen para más demoras. Para la supervivencia del liberalismo es coyunturalmente esencial que no se institucionalice un régimen totalitario como el que intenta consolidar el ultrakirchnerismo. Si se impide eso, habrá margen para “barajar y dar de nuevo” y, quizá entonces, podamos encontrar un “lugarcito bajo el sol”, que actualmente no tenemos, en gran medida por nuestra propia responsabilidad.

3 comentarios:

  1. Excelente y lamentabklente Vaticino lo mismo de no PONER NOSOTROS LOS CIUDADADOS LA CUOTA DE MADUREZ QUE ES NECESARIA COMO DICE EL TEXTO
    "para “barajar y dar de nuevo” y, quizá entonces, podamos encontrar un “lugarcito bajo el sol”, que actualmente no tenemos, en gran medida por nuestra propia responsabilidad."

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo, espero que el final sea el que todos esperamos. Lamentablemente el panorama electoral no nos brinda una oposición, atomizada y consolidada al amparo de un claro plan de gestión, es decir nadie sabe quienes serán los posibles candidatos y muchos menos que rumbo tomaran. Lo que si sabemos (como comentamos ayer, Ale) es que debemos elegir entre el menor de los males. Creo que operará el voto en contra mas que a favor, todos apuntaran a lo mismo, que CFK y sus aliados dejen el poder!!!!

    ResponderEliminar
  3. Estoy de acuerdo con el análisis y las nefastas perspectivas del liberalismo si se consolida el kirchnerismo.

    Lamentablemente muchos liberales critican a todos los peronistas y se aferrean a la idea de que son todos iguales. Por ese camino no vamos a ningún lado.

    No es lo mismo Scioli, Reuteman, Duhalde, Rodriguez Saa que Kirchner, Delía o Bonafini.

    Pensando en que es necesario terminar con el kirchnerismo habrá que elegir entre el peronista más alejado del kirchnerismo.

    ResponderEliminar