jueves, 20 de enero de 2011

Si no se corrige el rumbo a tiempo, la economía colapsa el año que viene

Si no se corrige el rumbo, hay un altísimo porcentaje de probabilidades de que la economía argentina colapse en 2012. El riesgo no parece ser inminente pero, como en tantas ocasiones anteriores, la acumulación de distorsiones va sumando peso, hasta que la estructura no resiste y todo el edificio se desploma. Las contradicciones intrínsecas del modelo económico son insostenibles. Hasta ahora, como siempre sucede con todos los regímenes económicos elaborados artificialmente por el voluntarismo estatal, la estructura de la economía viene aguantando porque el gobierno, con un esfuerzo constantemente creciente, logra evitar que se desmorone. Pero esta fantasía no puede durar eternamente. La inflación creciente es un síntoma evidente de que el modelo económico tiende a “hacer agua” por muchos flancos. Durante 2011 es probable que el gobierno logre sostener el andamiaje. Pero ¿alguien se imagina cuál será el escenario económico durante 2012?

Cualquier observación lleva a la percepción de que nos encaminamos hacia un colapso. Es difícil predecir cuál será la chispa que pueda hacer saltar el polvorín. Lo que es evidente es que el clima de tensión que la economía está soportando concluirá por estallar, como una caldera que acumula presión creciente hasta que no aguanta más. Si gana las elecciones de este año, el kirchnerismo intentará, como todos los gobiernos lo hacen, emparchar la situación para tratar de “aguantar” un tiempo más y, mientras tanto, “rezar” que pase algo que le permita salir del atolladero.

Pero estos milagros nunca se producen. La economía es inexorable. Cuando se gasta más de lo que hay, finalmente los números ponen despiadadamente en evidencia las inconsistencias estructurales de la economía y todo el sistema vuela por los aires. Pasó muchas veces antes en Argentina. Se trata de una experiencia que nos es dolorosamente conocida. No tiene sentido soñar con que algo así no ocurre. Sí sucede, lo hemos visto en el pasado y volverá a suceder el año próximo si el rumbo no se rectifica antes.

Es necesario decir, sin eufemismos, que la economía argentina necesita un ajuste, que es necesario recortar los gastos para, al menos, eliminar el déficit del estado. No hay dudas de que las reformas que serían necesarias son mucho más profundas pero, como punto de partida, al menos, es indispensable eliminar el déficit del estado. Sería deseable que el estado gaste mucho menos, que alivie sustancialmente la presión impositiva y que libere globalmente todos los mercados. Pero la crisis que presumiblemente estallará el año próximo puede evitarse, en principio, mediante la supresión del déficit presupuestario del estado. Las reformas de fondo pueden quedar para más adelante y el restablecimiento del equilibrio fiscal es un punto de partida sólido para abrir el debate sobre el rumbo global de la economía.

Sin dudas, si la economía colapsa, eso traerá aparejado un fuerte crecimiento de la pobreza, el hambre y la marginalidad que, de por sí, ya son elevados. Esta es la principal razón por la cual la situación en la que nos encontramos es sumamente preocupante. Estamos aproximándonos no sólo a un quiebre de la dinámica de la economía sino a un agravamiento sustancial de la crisis social. Los efectos políticos e institucionales de este proceso son imprevisibles. Resulta sumamente dudoso que el sistema institucional, con el nivel de desprestigio que tiene, pueda encauzar una solución siquiera provisoria a un descalabro de esta magnitud. A duras penas lo pudo hacer en 2001/02. No parece que ahora pudiera repetirse ese capítulo de la historia.

Dentro de este escanario tan negativo, hay tres factores favorables. El primero de ellos es que tenemos experiencias anteriores que nos permiten anticipar hacia donde nos dirigimos y comprender cuáles son las consecuencias. El segundo elemento que nos ayuda es que el estallido de la crisis no es inminente y que hay tiempo aún para cambiar el rumbo antes de que nos desplomemos por el precipicio. El tercer componente positivo es que este año hay elecciones presidenciales y eso puede promover un replanteo a través de los medios institucionales previstos para este tipo de circunstancias. Se aproximan momentos decisivos. Si no se modifica la orientación de la política económica, se nos viene encima un “sálvese quien pueda”...

7 comentarios:

  1. Se nos viene encima un "salvese quien pueda" ...una vez más...y cada vez más pobreza e indigencia...Buena advertencia Alejandro. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Creo que siempre pasa lo mismo, cada 10 años tenemos que sufrir las cosecuencias de los corruptos de turno....siempre tenemos que soportar una hiperinflacion, es ciclico y no aprendemos de nuestra historia, de los errores, no aprendemos a votar!!!

    ResponderEliminar
  3. Que mierda de articulo. Sin pies ni cabeza. Revisa un poco los números. Aunque sea los de Bs As City.

    O quizás no entendí y lo tuyo es propio de volver al futuro, debería estar fechado en enero de 2001.

    ResponderEliminar
  4. cuando yo lo dije el año posado me criticaron pero cada día estoy mas comben sida de esta rea lid, que el gobierno quiere tapar con con discurso falsos a la realidad de nuestro país , meda gusto ver esta nota tan completa te felicito , ya no soy la única loca somos 2 que día a día ven la realidad de nuestro país pero mi amigo nadie quiere ajustar los gasto porque solo miran sus bolsillos , se van de joda con la plata de de todos nosotros

    ResponderEliminar
  5. Es correcta la apreciación. Yo le cambiaría el titulo, en lugar de Realidades Liberales, le pondría : Realidades NEOLIBERALES, que no es lo mismo.- este ciclo que colapsará indefectiblemente es uno más de los tantos de Argentina.- Cada vez más graves porque mayor es la pobreza.- Solo hay una solución: Reemplazar todos los impuestos por un solo impouesto a la renta de la tierra.- Modelo RENTÍSTICO QUE ESTABLECE ALBERDI EN LA CONSTITUCIÓN Y QUE TODOS IGNORAN.-

    ResponderEliminar
  6. Estoy de acuerdo con la descripción.

    El país es un gran desorden y la economía no escapa a ese desorden.

    No entiendo a la gente que se molesta por los comentarios de este blog. Me parece muy honesta la posibilidad de dar una opinión que ayude a la sociedad. Se trata de analizar las cosas y ofrecer soluciones que ayuden a todos.

    El liberalismo no es una doctrina de ricos sino la aplicación a la vida social de principios sensatos que redundan en beneficios para todos.

    En ningún lugar ni época del mundo "gastar lo que no se tiene y no trabajar" produjo una mejora en las condiciones sociales.

    ResponderEliminar
  7. Esta claro como el agua, lastima da ver a mucha gente invirtiendo en pequeños emprendimientos creyendo que estamos en alemania y que este boom de consumo llego para quedarse, en estos momentos hacen la diferencia los que tienen una buena lectura, yo por lo pronto estoy liquido esperando ver que pasa.

    ResponderEliminar