lunes, 4 de octubre de 2010

El mayor peligro, el fraude


Si estuviera garantizado que las elecciones presidenciales de 2011 serán limpias, no habría duda de que sólo un milagro podría hacer que los Kirchner retengan la Presidencia de la Nación por un período más. Precisamente por eso el mayor riesgo es la posibilidad de que concreten un fraude escandaloso pero que, cuando ese fraude se haya producido, ya sea tarde para lamentarlo.

No sería en absoluto extraño que, en las usinas estratégicas del kirchnerismo, estén planeando, con la mayor rigurosidad y, al mismo tiempo, con el más absoluto sigilo, ese fraude escandaloso que pueda darles la posibilidad de obtener, en forma espuria, lo que no podrían conseguir en buena ley. Pero la “buena ley”, el fair play, la ética y la legitimidad son condiciones desdeñables para la moral kirchnerista, en la cual el fin siempre justifica los medios. A los Kirchner no les importa la salud de la democracia ni los valores de la República. Los Kirchner son muy pragmáticos: a ellos les interesa el poder al precio que haya que pagar.

Por lo tanto, nosotros, que sí aspiramos a reivindicar la salud de la democracia y los valores de la República, debemos prepararnos y prevenirnos para enfrentar el único argumento que los enemigos de la democracia y la República tienen para continuar en el poder: el fraude electoral, la desnaturalización deliberada del pronunciamiento popular, el falseamiento de la voz expresada en las urnas.

Considerando la meticulosidad con la que Kirchner piensa, es altamente probable que, en los cajones ultra-secretos de su escritorio, ya figure el esquema con el resultado que espera “dibujar” para las elecciones del año próximo. Ese es el objetivo, la meta a alcanzar. De ese modo, puede calcular con exactitud cuántos son los votos que le faltarán para asegurarse la victoria y dónde le conviene y de qué modo fraguar el resultado electoral para alcanzar el objetivo propuesto.

Tengamos en cuenta este riesgo, que es real, no imaginario. Porque una vez que el fraude kirchnerista esté consumado, será sumamente difícil probarlo y aquellos que lo denuncien serán descalificados bajo el argumento de que “reciben sobres”, “representan los intereses del poder concentrado”, “defienden sus privilegios”, etc. Cuidémonos del fraude porque las elecciones son el último recurso con el que contamos para librarnos de los Kirchner. De lo contrario, estaremos condenados a soportar su hegemonía por un larguísimo tiempo...

1 comentario:

  1. Patetico, ademas, hay que llevar fiscales al norte argentino, hay poblaciones enteras que no saben ller, les retieen los documentos, les dan 30$, y les entregan el sobre ya armado,,,, no tenemos que permitir que nos sigan estafando en todo sentido,,,,

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