martes, 29 de marzo de 2011

Las palabras son insuficientes frente a los hechos que el gobierno practica

La operación de bloqueo de la planta impresora del diario Clarín por parte de un grupo de activistas vinculados con el gobierno ha sido un éxito rotundo. El diario no circuló el domingo pasado a pesar de que la justicia, la oposición y el resto de la prensa independiente condenó el hecho. Y en esa palabra, “hecho” está la clave de la cuestión. Por que el gobierno hace, es decir, produce hechos. En cambio, el resto de la sociedad simplemente vierte palabras.

Por ejemplo, la respuesta de la oposición política frente a este “hecho” fue citar a la ministra Nilda Garré a la Cámara de Diputados para que explique “de palabra” qué fue lo que sucedió. Es fácil prever que Garré dará explicaciones completamente insuficientes pero la consideración acerca de las expresiones de la ex montonera resultará subjetiva. Los medios oficialistas descalificarán las preguntas que la oposición plantee y ensalzarán las expresiones de Garré. De ese modo, en el terreno de las palabras, todo el abordaje del problema quedará diluido en un contrapunto sin definición.

Precisamente esto, que el tema se confunda, es lo que el gobierno pretende. De ese modo, la monstruosidad de lo sucedido queda oculta en la maraña de palabras contradictorias que se vertirán en relación al tema y las expresiones de condena quedarán desvirtuadas bajo el argumento de que quienes nos solidarizamos con Clarín trabajamos para el “monopolio”.

La cuestión que las palabras no resuelven qué sucedería si un bloqueo de este tipo volviera a producirse... ¿Quién garantiza que Clarín continúe circulando normalmente? El gobierno, que es quien debería hacerlo, por cierto que no. La realidad es que en la Argentina actual no hay garantías fácticas contra ningún tipo de arbitariedad. Todas las normas institucionales y los resguardos jurídicos son simples palabras y meros papeles frente a la brutal realidad de los hechos. Y esta es la ventaja competitiva con la que el gobierno cuenta en el terreno fáctico.

Mientras la oposición y las instituciones hablan, el gobierno desvirtúa las palabras por medio de mentiras y concreta sus propósitos a través de los hechos. He allí la clave del problema: nadie está en condiciones de competir con el gobierno en el terreno de la realidad. Si el oficialismo perpetra un fraude escandaloso en las próximas elecciones y proclama que ganó, la respuesta de la oposición será impugnar el resultado en la justicia, la cual será a su vez impugnada (si no directamente cooptada) por el gobierno y, de ese modo, el kirchnerismo habrá logrado, de hecho, lo que quizá no tendría posibilidades de lograr por medio del derecho. Pero es que al gobierno no le interesa tener derecho sino que le importa imponerse de hecho. En ese terreno es que el kirchnerismo supera ampliamente a la oposición y a las instituciones que corporizan y garantizan los derechos del pueblo.

El único espacio posible para derrotar al kirchnerismo es el terreno de los hechos porque allí es donde el gobierno impone su superioridad. Las condenas retóricas son inútiles. ¿De qué modo cabe prevenir un nuevo bloqueo a la planta impresora de Clarín o de La Nación? Es evidente que las declaraciones políticas, las argumentaciones conceptuales y las resoluciones judiciales son inoperantes por el sencillo motivo de que el kirchnerismo las ignora, las soslaya, las incumple. Frente a esta política de hecho, las palabras, las declaraciones, los comunicados son inoperantes. Es necesario idear alguna metodología que impida de modo fáctico que el kirchnerismo continúe cometiendo este tipo de atropellos. Pero esa metodología requiere de hechos porque las palabras y las declaraciones no tienen efectos prácticos. Cuáles puedan ser esos métodos, es una cuestión que está por resolverse. Pero si no actuamos rápido, estamos expuestos al riesgo de que después sea demasiado tarde.

5 comentarios:

  1. Excelente pensamiento Alejandro.

    Es una pena que los políticos opositores no tengan en cuenta este tipo de análisis.
    No entiendo qué tienen en la cabeza. ¿Esperan que Cristina tenga un problema de salud y se vaya como Nestor?. ¿Esperan que se enferme Moyano? ¿Esperan que se enferme Delía o Garré?

    "Los hechos hablan más fuerte que las palabras"

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  2. Alejandro esta nota peca de subjetiva.
    La manifestacion en la planta distribuidora de Clarin fue realizada por miembros de la comision interna que son sistematicamente perseguidos judicialmente en lo que representa un abuso evidente por parte del Grupo y un ataque expreso a la libertad sindical. Si el grupo Clarin hubiera querido distribuir la edicion impresa.
    Que el gobierno concrete sus propositos a través de los hechos es justamente su fortaleza y el motivo del apoyo popular que recibe la jefa del proyecto politico ,la Presidenta de la Nacion. No es su defecto sino su virtud, la gestion eficaz y la clara visión de pais y su coraje para llevarlo a cabo.
    Saludos
    nadie hubiera podido impedirlo.
    La expresion ex-montera vertida sobre la figura de la Ministra de Seguridad Nilda Garre habla de la falta de objetividad de tu análisis.
    En la Argentina de hoy la libertad de expresión esta garantizada, prueba es este blog que llevas y las opiniones que en él vertis.

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  3. En noviembre de 2010, el MT multó a la empresa con una suma de $ 1.347.000 por impedir la realización de una asamblea y obstaculizar la elección de la comisión de delegados -cuyo mandato vencía ese mismo mes-, además de negarse a reincorporar a los despedidos. La decisión del Ministerio perdió vigencia puesto que la empresa permitió la realización de las elecciones el 18 de febrero de 2011 y aceptó reincorporar a los trabajadores a partir del 9 de marzo, disposición que la empresa finalmente cumplió en los hechos.
    Sin embargo, el reclamo actual de la Comisión Interna que ganó las elecciones, y que derivó en el bloqueo al diario Clarín el día domingo, se basa en las condiciones laborales dentro de AGR: persecución gremial, el no reconocimiento de los haberes adeudados y el pago de horas extras, y la presencia de personal de seguridad que los controla, como medidas para obstruir la actividad gremial.

    Alejandro G.

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  4. Respuesta reduccionista: ¿Quién maneja la fuerza pública? Ahí está la clave. El que maneja la fuerza pública es el que siempre impone su criterio. No hay vueltas. Después, discutiremos una vida entera si se violó la Constitución, la Ley y el reglamento de la Sociedad de Fomento del barrio. El tema requiere de ética y sentido común. Cosas que, mientras gobierne esta gente, no hay.

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  5. No sabía que las protestas gremiales tienen licencia para afectar el derecho a ejercer una industria lícita. Ya sé que a la autocracia K le molesta cualquier oposición y dado que todavía no puede censurar directamente lo hace por interpósita persona. También quieren llenar el espectro televisivo y radiofónico con alcahuetes de la autocracia K. ¿Qué es sino este grupo Spolski que parece una repetidora de canal 7? Ni hablar de todos los otros medios que estamos pagando directamente o no con los impuestos; poniendo antenas para que en todo el país puedan ver el canal 7, por ejemplo. Jorge.

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